El scandi girl makeup es la evolución minimalista de la estética clean girl, pero con una vibra más fría, europea y realista. Inspirado en la belleza nórdica, busca un look fresco, natural y saludable sin sacrificar textura de piel. La premisa no es “parecer que no tienes maquillaje”, sino verte luminosa de manera auténtica, como si la piel respirara y el rubor proviniera del clima frío más que de una brocha. Es una tendencia que privilegia el cuidado de la piel por sobre la cobertura y que se aleja del glam pulido, del glitter evidente y del contour marcado.

 

 

Para conseguir este look, el foco está en una preparación de piel muy hidratada y productos de acabado natural. En lugar de bases de alta cobertura, se utilizan skin tints, corrector puntual y rubores líquidos en tonos rosados fríos aplicados alto en las mejillas. El bronzer aparece solo para dar un toque de dimensión, no para un bronceado intenso. Los labios suelen llevar bálsamos con color o glosses apenas tintados, mientras que los ojos se mantienen suaves con sombras neutras frías o incluso solo máscara. Las cejas se peinan hacia arriba de forma sutil, sin laminado dramático ni relleno excesivo.

 

 

Las características principales del scandi girl makeup son una piel real y luminosa con acabado satinado, rubores fríos que imitan el enrojecimiento natural del clima, cejas suaves y definidas sin rigidez y labios naturales con hidratación visible. La paleta cromática tiende a los tonos rosados fríos, nude neutros y marrones ceniza, alejándose de los dorados cálidos y los naranjas glam. En esencia, es un maquillaje que busca la simplicidad, favorece la naturalidad y apuesta por una belleza sin excesos. La referencia máxima: Elsa Hosk.

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