Hace unos días, Kendall Jenner fue vista en París durante la Fashion Week saliendo de su hotel con un look que no pasó desapercibido: un skant, esa prenda híbrida que mezcla falda y pantalón en una sola pieza. La modelo apostó por una versión minimalista en tonos neutros, reafirmando que este estilo -amado y odiado por muchos- está listo para volver como tendencia.

 

El skant no es del todo nuevo. Su nombre nace de la fusión de skirt (falda) y pant (pantalón), y tiene antecedentes en los años 90 y 2000, cuando las celebrities combinaban pantalones con faldas encima. Hoy, sin embargo, regresa con un aire mucho más sofisticado, donde las siluetas se alargan y los cortes se vuelven más arquitectónicos, logrando un balance entre lo clásico y lo disruptivo.

En pasarelas y editoriales, el skant se presenta como un juego de capas: pantalones rectos con paneles de tela que simulan una falda, minifaldas integradas a diseños de denim o incluso versiones deconstruidas que parecen sacadas de una obra de arte. Se trata de una pieza que desafía las categorías tradicionales de la moda y abre la puerta a nuevas formas de vestir. Lo mejor de este estilo es su versatilidad: puede llevarse con blusas elegantes y tacos para un resultado elegante, o con zapatillas y tops básicos para un aire más relajado. El skant es, sin duda, una prenda para quienes se atreven a experimentar y quieren sumar un toque futurista a su clóset. ¿Te atreves a usarlo?

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