Copenhague se ha consolidado como el escenario de las tendencias: lo que se ve en sus calles durante la fashion week termina marcando el rumbo de la moda global. El estilo de las danesas, reconocido por su carácter colorido, maximalista y sin miedo a la mezcla, suele ser un desafío de replicar para quienes estamos acostumbrados a looks más sobrios. Sin embargo, ver cómo ellas logran combinar piezas inesperadas con tanta naturalidad resulta inspirador y nos invita a atrevernos con propuestas más arriesgadas. Las rayas, ese estampado clásico que todos conocemos, se han convertido en la excusa perfecta para dar el primer paso hacia un estilo más audaz.

Lo vimos en el street style de la capital nórdica: las rayas ya no se limitan a la paleta neutra de blancos, azules o negros. Ahora también se llevan en una forma vibrante y contrastante: rosado con naranjo, verde con rojo, azul con amarillo. Una reinvención que nos calza perfecto con esta próxima temporada de primavera, en la que los días soleados invitan a jugar con la moda de manera más despreocupada. Además, su versatilidad hace que el estampado funcione en todo tipo de prendas -camisetas, chaquetas, pantalones o faldas-, transformando un patrón atemporal en una declaración de estilo completamente nueva.