La noticia de que Emerald Fennell llevará a la gran pantalla una nueva versión de Wuthering Heights parecía, en un inicio, una oportunidad para revisitar uno de los clásicos más oscuros de la literatura. Sin embargo, el proyecto -protagonizado por Margot Robbie y Jacob Elordi- ya está levantando fuertes críticas antes de su estreno.

La novela original de Emily Brontë, publicada en 1847, no solo es recordada por el romance turbulento de Catherine y Heathcliff, sino también por sus críticas al clasismo, la exclusión social y el racismo. Heathcliff, descrito como un hombre de piel oscura y víctima de discriminación, encarna precisamente esas tensiones. Pero con la elección de Elordi en el papel, muchos señalan que se diluye la carga histórica de la obra, borrando las aristas incómodas para dejar únicamente un romance entre dos protagonistas blancos. A esto se suma la elección de Margot Robbie en el papel de Catherine. En la novela, el personaje tiene “casi 17 años”, mientras que la actriz, con 35, parece no encajar con la edad que debería reflejar.

El panorama se vuelve aún más confuso con la confirmación de que la banda sonora contará con canciones de Charli XCX. Una elección que, si bien entusiasma a sus fans, refuerza la idea de que la película apostará más por un tono más moderno y estilizado, que a la crudeza y crítica social de Brontë. ¿De verdad necesitamos un Wuthering Heights convertido en romance pop erótico cuando el texto original hablaba de jerarquías de clase, opresión y prejuicio racial? Como si fuera poco, algunas fotografías filtradas del set revelaron que los vestuarios tampoco guardan relación con la época victoriana en la que -se supone- se sitúa la historia, reforzando la idea de una reinterpretación demasiado libre.

La cinta tiene fecha de estreno para el 14 de febrero de 2026, un guiño claro al marketing romántico de San Valentín. Pero, en el intento de vendernos una historia de amor pasional, parece que se sacrifica la esencia de la novela. Si lo que se quería era filmar un romance moderno y blanco, ¿no habría sido más honesto crear una historia original en lugar de reescribir -y quitarle el sentido- a uno de los libros más poderosos de la literatura? Es inevitable preguntarse qué pensaría Emily Brontë de ver cómo su obra, que revelaba la violencia de las estructuras sociales de su tiempo, termina adaptada como un producto de consumo ligero.

Te dejamos el link al tráiler: