Después de 37 años con Anna Wintour al mando (y con sus icónicos anteojos negros como símbolo de poder), Vogue ya tiene a la persona que ocupará su lugar: Chloe Malle. A sus 39 años, la periodista y editora asumirá uno de los cargos más influyentes del mundo de la moda, marcando el inicio de una nueva era para la revista. Si su apellido te suena, no es coincidencia. Chloe es hija de la actriz Candice Bergen y del cineasta francés Louis Malle. Creció entre París y Los Ángeles hasta que la vida la llevó a Nueva York.

 

 

Aunque su entrada al mundo editorial no fue la mejor (ella misma ha contado que se presentó a su entrevista en Vogue con un outfit “aburrido”, muy al estilo de Devil Wears Prada), rápidamente terminó enamorándose del universo de la revista. Antes de aterrizar en Vogue, escribía sobre bienes raíces en The New York Observer, pero su salto definitivo llegó en 2011, cuando fue contratada como editora social. Desde entonces, su trayectoria solo fue en ascenso: editora de Vogue.com, host del podcast The Run Through y, ahora, la heredera del icónico puesto de editora en jefe.

 

 

Wintour anunció en junio que dejaría su cargo como editora en jefe tras casi cuatro décadas, aunque seguirá como directora de contenidos de Condé Nast. Es decir: no se va del todo, seguirá supervisando publicaciones como GQ o Wired, y hasta bromeó que ni siquiera se cambiará de oficina (su histórica colección de cerámica se quedará ahí, obviamente). Lo interesante es que Wintour no solo le pasó la antorcha, sino que también la ha respaldado públicamente. En un comunicado, aseguró que Chloe entiende como nadie el equilibrio entre la historia de Vogue y su futuro. De hecho, dijo que espera aprender de ella “como alumna”.

 

 

Su nombramiento llega como una brisa de aire fresco. Ella misma confesó en un comunicado: Vogue ya ha moldeado quién soy, ahora estoy emocionada ante la posibilidad de moldear Vogue. Y aunque todavía no hay fecha exacta para el cambio de mando, lo que sí sabemos es que la nueva directora convivirá con la presencia de Wintour en el mismo pasillo (literalmente). Sobre eso, Chloe confesó que algunos candidatos podrían intimidarse con esta idea, pero que a ella le encanta saber que Wintour estará ahí para guiarla. Con esto en mente, se espera que el futuro de Vogue encarne una mezcla de tradición y renovación: mantener el glamour y la autoridad de siempre, pero con un giro contemporáneo que conecte con la nueva generación digital. Y si alguien sabe de adaptarse a todas las plataformas, es Chloe.

Deja un comentario

Tendencias