Cada vez que Zendaya pisa una alfombra roja, sabemos que algo grande está por pasar. Su nombre ya es sinónimo de “momento viral” porque cada look que elige se convierte en tema de conversación instantáneo. Ya sea amado u odiado, siempre da que hablar, y es ahí donde radica su magia: Zendaya entiende que la moda es espectáculo, narrativa y también poder. Con la complicidad de su estilista Law Roach, ha convertido cada aparición en un statement, en un recordatorio de que no es solo una actriz, sino también un ícono de moda que dicta tendencias con un simple paso frente a las cámaras.
Ejemplos sobran: en la Met Gala 2019 se robó la noche con su vestido de Cenicienta de Tommy Hilfiger que se iluminaba en plena alfombra roja. En la premiere de Dune II en Londres, sorprendió con un traje futurista de “astronauta” firmado por Mugler que parecía sacado de una película de ciencia ficción, y en el Festival de Cine de Venecia 2021 marcó un antes y un después con un vestido Balmain tipo “wet look” que la consolidó como la reina de los riesgos bien ejecutados. Más recientemente, en la Met Gala 2024, protagonizó la alfombra con varios cambios de look que la pusieron nuevamente en el centro de todas las miradas.
La diferencia con Zendaya es que no importa qué se ponga, ella logra darle un significado más allá de la moda. Su seguridad, su manera de apropiarse de los looks y la capacidad de arriesgar sin miedo la han llevado a estar en un lugar único: el de las pocas celebridades que no solo siguen tendencias, sino que las crean. Porque al final, la pregunta no es por qué se habla de Zendaya cada vez que aparece, sino cómo es que consigue que lo haga el mundo entero.










Deja un comentario