Desde que Justin Bieber le propuso matrimonio a Hailey Baldwin (hoy Hailey Bieber) en 2018, poco después de su ruptura definitiva con Selena Gomez, la narrativa en torno a estas dos figuras se convirtió en una obsesión colectiva. Desde ese momento, el mundo entero se dividió en dos grupos: Team Hailey y Team Selena. Y aunque han pasado años desde entonces, pareciera que esta historia no tiene un final a la vista.
La relación entre Justin y Selena fue un fenómeno mediático, una de esas historias de amor que parecía sacada de un guion de Hollywood. Cuando llegó a su fin, no fue simplemente una ruptura, sino un evento que marcó a toda una generación. Así que, cuando Justin anunció su compromiso con Hailey en un periodo sorprendentemente breve, los fanáticos de Selena no tardaron en ver una supuesta traición.
En los años siguientes, los rumores, teorías y acusaciones no pararon. Que si Hailey imitaba el estilo de Selena, que si había hostilidad implícita en cada gesto, que si los comentarios en redes sociales escondían mensajes secretos. Hubo un respiro momentáneo en 2022, cuando ambas se tomaron una fotografía juntas en un evento, como un gesto simbólico de madurez y reconciliación. En 2024, con la llegada del primer hijo de Justin y Hailey y el compromiso de Selena con Benny Blanco, parecía que la cultura pop estaba lista para seguir adelante. Pero, ¿qué pasó después?
En 2025 se publicó un documental en YouTube que reabrió las heridas. El documental, ampliamente comentado en redes, sugería que Hailey había estado obsesionada con Selena durante años, acumulando una colección de teorías conspirativas que parecían más el guión de un thriller psicológico. La idea que surge es que Hailey habría utilizado jugadas estratégicas para «quedarse con Justin», lo que provocó que algunos la tildaran de «stalker» (acosadora, en español).
La polémica se intensificó aún más con el lanzamiento del primer álbum de Selena y Benny Blanco titulado «I Said I Love You First». Varias canciones del disco, en particular «You Said You Were Sorry», «How Does It Feel To Be Forgotten?» y «Don’t Take It Personally», han generado especulaciones entre los fans por letras que han sido interpretadas como indirectas para los Biebers.
A pesar de la creciente controversia, ninguna de las involucradas ha hecho declaraciones públicas al respecto, y probablemente no lo harán. La verdad es que esta supuesta rivalidad parece ser más una construcción nuestra que un conflicto real entre ellas. Quizás no sea necesario elegir un bando. Tal vez, finalmente, llegó el momento de dejar atrás la vieja costumbre de enfrentar a las mujeres entre sí. Si Hailey y Selena parecen estar listas para seguir adelante, ¿por qué nosotros no hacemos lo mismo?












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