Mucho más allá de una reconocida actriz, Jane Fonda es un ícono que ha trascendido generaciones. Su legado abarca el activismo, la empatía y la resiliencia, características que volvieron a brillar este fin de semana durante su conmovedor discurso en los Premios SAG. Con palabras que resonaron profundamente, Fonda recordó al público que «ser woke solo significa que te importan los demás» y destacó la importancia de la empatía, no como un acto de debilidad, sino como una herramienta poderosa para transformar vidas y comunidades.

A lo largo de su carrera, Jane Fonda ha demostrado ser una mujer multifacética. Desde sus icónicas actuaciones en películas como Barbarella y Klute, hasta series como Grace and Frankie, Fonda no solo ha marcado un estándar de excelencia en la industria del entretenimiento, sino que también ha usado su plataforma para abordar temas sociales y políticos. Ya sea marchando contra la guerra de Vietnam o liderando protestas por el cambio climático, su compromiso con las causas que importan refleja su convicción de que el arte y el activismo pueden ir de la mano. Incluso si eso implica ser arrestada, como le ha ocurrido en varias ocasiones.

Un ejemplo claro fue cuando, a sus 81 años, fue detenida en múltiples ocasiones por participar en las protestas semanales de «Fire Drill Fridays» en Washington D.C., exigiendo acciones concretas contra el cambio climático. Vestida con su icónico abrigo rojo, que declaró no volvería a comprar ropa nueva, Fonda encabezó manifestaciones que reunieron a miles de personas, demostrando que nunca es tarde para luchar por el futuro del planeta.

El discurso de Fonda en los SAG Awards fue un recordatorio de la esencia de su legado: la conexión humana. «Lo que creamos es empatía. Nuestro trabajo es comprender a otro ser humano tan profundamente que podamos tocar su alma», afirmó. Estas palabras encapsulan su visión de una industria que no solo entretiene, sino que también inspira y moviliza a las personas hacia un cambio positivo. Con una vida marcada por la lucha constante por los derechos humanos, Fonda vino a cambiar las reglas del juego.