El fin de semana pasado, Selena Gomez deslumbró en los SAG Awards, y su apariencia se convirtió en el tema principal de conversación. Pero, lamentablemente, no por el look que llevó o su desempeño como actriz, sino por un detalle mucho más superficial: su peso. Las redes sociales se inundaron de comparaciones entre su apariencia actual y la de 2024, analizando cada cambio en su figura. Este fenómeno no es nuevo, Selena no ha sido la primera ni la última.

 

 

Celebridades como Kylie Jenner, Oprah y Barbie Ferreira también han sido objeto de especulaciones similares. La narrativa que predomina es que estas mujeres han perdido peso gracias al uso de Ozempic, un medicamento originalmente diseñado para tratar la diabetes tipo 2, que ahora se ha popularizado como una «solución rápida» para bajar de peso. Y aquí surge una pregunta clave: ¿Por qué asumimos que cualquier persona que luce más delgada necesariamente se ve mejor? ¿Cómo pasamos de un movimiento como el body positive, que buscaba celebrar todos los tipos de cuerpo, a glorificar de nuevo la delgadez extrema y hablar sin reparos de cuerpos ajenos?

 

 

Para entender la magnitud del problema, es necesario conocer un poco más sobre Ozempic. Este medicamento, cuya función principal es regular los niveles de azúcar en la sangre, también reduce el apetito como efecto secundario, lo que ha llevado a su uso como herramienta para bajar de peso. En poco tiempo, Ozempic ha pasado de ser un tratamiento médico a un fenómeno cultural, promovido indirectamente en redes sociales y plataformas digitales. Incluso, se ha convertido en un tema recurrente en Hollywood.

 

 

El auge de Ozempic coincide con un aparente retroceso en los avances del body positive. Aunque este movimiento ganó terreno en la década pasada al desafiar los estándares de belleza tradicionales y alentar la inclusión de diferentes tipos de cuerpos, parece que hemos llegado a un punto donde el enfoque vuelve a estar en el físico. El resurgimiento del estilo «heroin chic», con su estética marcada por la extrema delgadez, es un claro ejemplo de cómo los ideales de belleza están cambiando nuevamente hacia un camino excluyente.

 

 

En la era del Ozempic, cabe preguntarse: ¿Qué significa realmente ser body positive? ¿Es posible mantener vivo este concepto en una cultura que insiste en valorarnos más por nuestro físico que por nuestros logros? La respuesta está por verse, pero lo que sí está claro es que la conversación sobre cuerpos ajenos está lejos de desaparecer.

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