“Sin un glam team, solo yo”, confesó Pamela Anderson tras su paso por los Golden Globes 2025 el fin de semana pasado. La actriz, nominada por su actuación en The Last Showgirl, llegó a la gala con su rostro completamente al natural, sin una gota de maquillaje. Mientras muchas estrellas invierten horas con equipos de maquillaje y estilistas para estas ceremonias, Anderson optó por un enfoque relajado: se peinó ella misma (incluso se cortó el flequillo para la ocasión), eligió su propio atuendo y decidió prescindir de cualquier cosmético.

Aunque su decisión causó revuelo, lo cierto es que no es algo nuevo para ella. Desde hace casi un año, Anderson ha estado desafiando los estándares de belleza impuestos a las mujeres, abrazando las imperfecciones y reivindicando que la verdadera belleza proviene del interior, apostando por un look totalmente makeup-free.

A sus 57 años, la exmodelo explica que, más allá de una elección personal, eliminar el maquillaje de su rutina ha sido un acto reivindicativo. Su objetivo es priorizar el bienestar y la autoaceptación sobre las exigencias de una industria que alguna vez celebró su imagen glamorosa y audaz de los años 90, cuando conquistó al mundo con Baywatch.