Decir que el 2024 fue su año sería quedarse corto. La cantante de 26 años pasó de ser una favorita de nicho a una sensación global de la noche a la mañana, y su debut con The Rise and Fall of a Midwest Princess le valió una nominación a Álbum del año en los Grammy. De la mano con su estilo musical synth-pop, Chappell ha cultivado una imagen exagerada y cargada, con una fuerte inspiración en el drag.

 

 

Chappell recurrió a la estilista Genesis Webb para que la convirtiera en una estrella del pop. Hoy, Webb actúa como directora creativa de moda, ayudando a ejecutar visiones a gran escala, como la interpretación medieval de Chappell de “Good Luck Babe” en los VMAs. “Ella me enseñó que el glamour, el color y el brillo pueden ser tan vanguardistas y de alta costura como cualquier otra cosa”, dijo Webb.

 

 

Cuando Chappell pisa el escenario, su estilo se convierte en una extensión de su arte. Es común verla lucir looks vibrantes, cargados de brillo, lentejuelas y colores atrevidos que complementan perfectamente su energía en vivo. Su estética recuerda a una mezcla de los íconos pop de los 80 y 90, con toques de modernidad y un claro amor por la teatralidad. Por otro lado, fuera del escenario, Chappell opta por un estilo relajado y auténtico que refleja su personalidad. Jeans de tiro alto, camisetas vintage y un maquillaje más natural suelen ser parte de su día a día. Con un guardarropa que evoluciona tan rápido como su carrera, sin duda la cantante está consolidándose como un ícono de estilo en ascenso.

 

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