Taylor Swift es, sin lugar a dudas, una de las artistas más influyentes de nuestra generación. Pero su impacto no se limita a la música: cada aparición suya, ya sea en las calles o en las alfombras rojas, da mucho de qué hablar. A lo largo de los años, su estilo ha evolucionado de la mano de su música, reflejando tanto sus eras musicales como su crecimiento personal. Lo más fascinante de su guardarropa es cómo mezcla inspiraciones de épocas pasadas con toques modernos, logrando un equilibrio que la hace única.

Desde sus inicios como adolescente con rizos dorados y vestidos campestres inspirados en el country, hasta la sofisticación de su era pop en los álbumes 1989 y Reputation, Taylor ha demostrado su habilidad para adaptar referencias clásicas a su estilo. Es común verla lucir siluetas vintage, como vestidos de los años 50 o conjuntos que evocan la moda de los 70, pero siempre con un toque moderno, como accesorios minimalistas o zapatos de tendencia.

Cada era musical de Taylor viene acompañada de un cambio en su estilo personal. Durante la etapa de Fearless y Speak Now predominaban los vestidos dulces y románticos, reflejo de su narrativa inocente y juvenil. Con Red, introdujo un look más urbano y accesible: shorts de cintura alta, blusas de botones y su icónico labial rojo. Cuando llegó 1989, su transformación hacia un pop ochentero se tradujo en conjuntos más modernos, con faldas skater y tops cropped. Luego, Reputation trajo consigo un giro dramático: negro, brillos y piezas edgy que encarnaban su etapa más oscura. Así, este ciclo continuó con cada nuevo álbum.

Hay algo en sus elecciones de moda que llama la atención. Aunque Taylor ama los clásicos, no teme experimentar con tendencias actuales. De hecho, su estilo llega a ser muy «hit o miss«: mientras algunos looks se convierten en referencia inmediata, otros dividen opiniones. Es parte de lo que la hace interesante: su disposición a arriesgar. En ocasiones, opta por vestidos minimalistas que resaltan su elegancia natural, pero otras veces incorpora elementos modernos como botas chunky, telas metalizadas o detalles atrevidos que sorprenden a sus seguidores.