Es imposible hablar de la década de 2010 sin mencionar el impacto de Bridgit Mendler, una de las caras más queridas de Disney Channel. Desde su papel como Teddy Duncan en Buena Suerte, Charlie hasta su éxito musical con hits como Ready or Not y su participación en la película Lemonade Mouth, Mendler parecía tener un camino asegurado en la industria del entretenimiento. Sin embargo, su vida tomó un giro inesperado, y hoy su nombre resuena en un ámbito completamente diferente: el tecnológico. La actriz es ahora CEO de una empresa de datos espaciales.

 

 

Bridgit debutó en Disney con pequeños papeles antes de obtener el rol principal en Buena Suerte, Charlie (2010-2014), una serie que se destacó por su enfoque familiar y su humor. Luego, su voz le abrió puertas en el mundo de la música, donde su álbum Hello My Name Is… (2012) le valió reconocimiento global. Canciones como Hurricane y Forgot to Laugh mostraron su habilidad para crear pop fresco y pegajoso, consolidándola como un triple talento: actriz, cantante y compositora.

 

 

Cuando la serie finalizó, Mendler decidió dar un paso atrás de Hollywood. A diferencia de otras estrellas de su generación, no buscó protagonismo en películas o series, sino que se dedicó a su educación. Estudió en la Escuela de Derecho de Harvard y realizó una maestría en el MIT, donde se enfocó en la relación entre la tecnología y las políticas públicas.

 

 

Este interés la llevó a explorar cómo los datos espaciales y la inteligencia artificial pueden usarse para resolver problemas globales. En 2024, sorprendió al mundo al ser nombrada CEO de una empresa de datos espaciales, Northwood Space. Mendler explicó a la CNBC que el objetivo es construir una ‘autopista de datos entre la Tierra y el espacio’, y que se centrará en producir y desplegar rápidamente estaciones terrestres para facilitar el envío de la gran cantidad de datos que se genera a medida que crece la industria espacial.

 

 

La actriz dijo que «se enamoró del derecho espacial» en la Oficina Espacial de la Comisión Federal de Comunicaciones, donde trabajó en 2022, y que tuvo la idea de crear esta empresa durante la pandemia de Covid-19 con su marido y cofundador, el ingeniero Griffin Cleverly. Sin duda, el paso de Mendler del entretenimiento a la tecnología es un recordatorio de que las carreras no tienen que estar definidas por un solo ámbito. Su historia ha demostrado la importancia de aspirar alto, porque con esfuerzo y persistencia puedes llegar muy lejos. Incluso, al espacio.

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