Es algo indiscutible: el pop no sería lo que es hoy sin Britney Spears. Desde su debut en 1998 con …Baby One More Time, Britney redefinió lo que significaba ser una estrella del pop adolescente. Su impacto logró ir más allá de la música, transformando la industria del entretenimiento, la moda, y la cultura de masas como la conocemos hoy.

Con su imagen de «chica de al lado» combinada con un aura de sensualidad cuidadosamente construida, Britney marcó el inicio de una nueva era. Su primer single, …Baby One More Time, no solo vendió millones de copias, sino que también estableció un estándar para los artistas jóvenes que querían conquistar el mercado global. Artistas como Christina Aguilera y Jessica Simpson seguirían un camino similar, pero fue Britney quien definió el molde.

Como todo ícono del pop, su carrera está repleta de instantes que definieron eras en la música y la cultura popular. En los MTV Video Music Awards de 2001, Britney dejó al público en shock al bailar con una serpiente albina sobre sus hombros durante I’m a Slave 4 U, consolidando su imagen como una performer audaz y transgresora. Dos años después, en los mismos premios, protagonizó otro momento inolvidable al besar a Madonna durante una atrevida presentación de Like a Virgin y Hollywood, desafiando convenciones y generando titulares globales.

Visualmente, Britney también dejó una marca imborrable, como con el icónico traje de látex rojo que usó en el video de Oops!… I Did It Again o el uniforme escolar de …Baby One More Time, dos looks que siguen siendo recreados hasta el día de hoy como tributo a su legado. Finalmente, Toxic no solo fue un éxito musical, sino que su video, con su body de diamantes y estética futurista, la reafirmó como una visionaria del pop que sabía reinventarse una y otra vez.

A pesar de dejar los escenarios en 2018 en medio de una disputa legal para liberarse de la tutela de su padre, su influencia sigue viva en las nuevas artistas que han crecido admirándola. Cantantes como Tate McRae y Addison Rae han citado a Britney como una inspiración, reflejando en sus coreografías, estética visual y estilo musical las lecciones aprendidas que nos dejó la «princesa del pop».