En el universo de las redes sociales, pocas figuras han causado tanto revuelo como Nara Smith (@naraazizasmith). Esta influencer ha conquistado -y también espantado- a millones con una propuesta que combina cocina, moda y una voz en off única. Sus mini-vlogs de cocina la han convertido en una de las creadoras de contenido más fascinantes del momento, gracias a su habilidad para elaborar comida completamente desde cero: pastas, pan, mantequilla, helado y mucho más, todo hecho con sus propias manos para alimentar a sus hijos y su esposo, el modelo Lucky Smith.
Ya sea amasando pasta casera o decorando postres con un nivel de detalle digno de un chef Michelin, cada receta viene acompañada de un toque personal: su vestuario extravagante. Desde vestidos de alta costura hasta prendas vintage llamativas, su estilo hace que cocinar nunca haya lucido tan glamoroso. Además, la narración en voz en off, que ella misma escribe y graba, es un elemento clave de su contenido. Con un tono suave, rasposo, casi como un susurro, Nara va describiendo el paso a paso de sus recetas. Su contenido ha sido tan viral que varios usuarios han hecho parodias de sus videos.
Sin embargo, la mayoría de las veces, la popularidad viene acompañada de polémica. Y Nara no ha sido la excepción. Sus videos, en los que frecuentemente cocina para su esposo y se muestra dedicada a las tareas del hogar, han reavivado el debate en torno a la estética “tradwife” (esposa tradicional). Este estilo de vida, que idealiza los roles de género de las décadas de 1950 y 1960, ha generado críticas, especialmente de sectores feministas que consideran su actuar como un retroceso. ¿Qué te parece a ti?










Deja un comentario