Una chaqueta acolchada roja con forro blanco, el nombre «Kelce» en la manga derecha y el número 87 en el pecho: eso fue todo lo que necesitó Kristin Juszczyk para que su nombre se volviera viral. Pero no solo se trataba de la chaqueta, sino también de quién la llevaba. La cantante Taylor Swift la lució en enero de este año para un partido de los Kansas City Chiefs. En cuestión de horas, la chaqueta estaba en todas partes, etiquetada tanto por cuentas deportivas como por las de fanáticos de la artista. Así, en pocos días, Kristin ganó casi 400 mil seguidores en Instagram y su carrera como diseñadora dio un giro extraordinario.

Kristin, esposa de Kyle Juszczyk, jugador de los San Francisco 49ers, ya tenía experiencia creando piezas inspiradas en camisetas de la NFL, que personalizaba para ella misma y otras celebridades. Sin embargo, la exposición que le dio Taylor Swift al lucir una de sus creaciones generó una avalancha de interés que le abrió las puertas a nuevas oportunidades. Incluso, la propia NFL le ofreció un contrato exclusivo para lanzar una línea oficial de prendas, y ahora ha colaborado con marcas importantes como Levi’s y Gatorade, afianzándose como una figura destacada en la moda deportiva.

En sus redes sociales, Kristin comparte su proceso creativo, un paso a paso que resulta fascinante. Comienza con camisetas de fútbol tradicionales que va deconstruyendo: corta, adapta y transforma números y logos hasta convertirlos en prendas únicas y personalizadas. Con su enfoque, la diseñadora es un vivo ejemplo de la magia que surge al combinar moda y deporte, creando piezas que ya han conquistado tanto a los fanáticos de la NFL como a los “swifties”. Dos públicos clave a los que cualquier marca quisiera atraer.