Artistas puertorriqueños como Bad Bunny, Jennifer López y Ricky Martin están tomando un rol cada vez más político en Estados Unidos, convirtiéndose en voces de peso no solo para la comunidad puertorriqueña fuera de la isla, sino también para los latinos en general. Recientemente, decidieron involucrarse en las elecciones presidenciales tras un comentario racista del comediante Tony Hinchcliffe en un mitin de Donald Trump, donde se refirió a Puerto Rico como una «isla flotante de basura».

 

 

Estas declaraciones han desencadenado una ola de críticas a lo largo del país y han sido perjudiciales para la campaña republicana. De hecho, el equipo del expresidente pareció ser consciente de las posibles consecuencias políticas del insulto y rápidamente emitió un comunicado que dice: “Esta broma no refleja las opiniones del presidente Trump ni de la campaña”. Sin embargo, el daño ya estaba hecho, y muchos, incluyendo celebridades puertorriqueñas, decidieron expresar su rechazo y apoyar públicamente la candidatura de Kamala Harris. Figuras como Bad Bunny, Luis Fonsi, Nicky Jam, Justin Quiles y Ricky Martin criticaron el incidente y llamaron a los seis millones de puertorriqueños que residen en EE.UU. a votar en contra de Trump.

 

 

Incluso, Jennifer López participó este jueves en el mitin de Harris para apoyar a la candidata y hacer un llamado a los latinos del país a votar por ella. “Nos recordó quién es y cómo se siente realmente”, dijo sobre Trump. “No solo los puertorriqueños se sintieron ofendidos ese día, ¿de acuerdo? Fueron todos los latinos en este país, fue la humanidad y cualquiera de carácter decente”.

 

 

Pero ¿por qué esto es importante? Este año, de cara a las elecciones federales del próximo 5 de noviembre, el voto boricua se ha vuelto especialmente relevante debido a su tamaño e influencia en Estados Unidos. Por lo tanto, el activismo de estos artistas podría jugar un rol decisivo en los resultados de las elecciones y, en consecuencia, el rumbo del país.

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