La segunda temporada de Monstruos, la serie de Ryan Murphy, se centra en el caso de los hermanos Menéndez, quienes asesinaron a sus padres en 1989. Sin embargo, desde su estreno, la serie ha recibido duras críticas por ofrecer una «interpretación deshonesta» de los hechos. Este enfoque ha sido acusado de distorsionar la verdad y manipular detalles, lo que ha dividido a la audiencia y a los críticos.

¿Qué ocurrió realmente?

Lyle y Erik Menéndez, dos hermanos estadounidenses, fueron condenados por el asesinato de sus padres el 20 de agosto de 1989 en su casa de Beverly Hills. En un principio, los hermanos intentaron desviar la atención, alegando que habían encontrado a sus padres muertos tras regresar de una salida al cine. Sin embargo, las investigaciones rápidamente los señalaron como principales sospechosos.

El juicio que siguió fue uno de los más mediáticos de la época, debido tanto a la brutalidad del crimen como a las revelaciones impactantes que surgieron. Los hermanos declararon que su padre, José Menéndez, un exitoso empresario de origen cubano, había abusado sexualmente de ellos durante años, y que su madre, Kitty, había sido cómplice al no hacer nada para detenerlo.

A pesar de sus declaraciones, en 1996 ambos hermanos fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, tras dos largos juicios. Las dudas sobre la veracidad de sus acusaciones y el lujo en el que vivían antes del crimen, hicieron que muchos los vieran como jóvenes privilegiados que cometieron un acto imperdonable por codicia. En ese entonces, las denuncias de abuso sexual por parte de hombres eran poco comunes, y el público, e incluso el sistema judicial, no estaba preparado para creer realmente las brutalidades que Lyle y Erik contaron durante el juicio.

¿Pueden ser liberados en 2024?

Gracias a la serie, el caso Menéndez ha tomado un nuevo giro. Los defensores de los hermanos -entre ellos, la mismísima Kim Kardashian- han argumentado que sus testimonios sobre el abuso no fueron valorados de forma justa, y han presentado nuevas pruebas que podrían cambiar el curso de la historia. Esto ha llevado a que se reevalúe su condena, y existe la posibilidad de que en 2024 se decida sobre una posible liberación.