Please, please, please, más outifts como estos. Sabrina Carpenter comenzó la gira mundial de su último álbum, “Short n’ Sweet”, y los atuendos que ha lucido arriba del escenario han dado mucho de qué hablar. La cantante ha optado por conjuntos brillantes, catsuits y trajes de encaje inspirados en lencería que son muy coherentes a la estética femenina y sexy de esta nueva era. Detrás de cada look, su estilista Jared Ellner ha colaborado en el diseño de outfits personalizados con algunas de las marcas más destacadas, como Swarovski, Ludovic de Saint Sernin, Patou y Victoria’s Secret. Tanto el vestuario como la escenografía hacen que el show sea visualmente espectacular.
Sin embargo, los outifts han dejado a algunos con una impresión negativa. Algunas mamás han criticado los provocativos atuendos de Sabrina, argumentando que son inapropiados para su joven audiencia. La cantante abordó este tema en su última entrevista con la revista Time con una simple respuesta: “No vengan al show, está bien”. Para ella, la moda va más allá de lo estético: es un mecanismo para ganar confianza sobre el escenario. “Es lamentable que se critique, porque la verdad es que lo más aterrador del mundo es subirse a un escenario frente a tanta gente y tener que actuar como si nada”, comentó. «Si lo único que te ayuda a lograrlo es sentirte cómoda con cómo te vistes, entonces eso es lo que tienes que hacer».
Muchos olvidan que la moda es una herramienta poderosa de storytelling, y lo cierto es que Sabrina Carpenter es una de las artistas que mejor sabe usarla. La ropa no es solo un accesorio, sino un elemento clave que aporta estéticamente, elevando cada presentación y convirtiendo el concierto en toda una experiencia. Los atuendos provocadores y sexys que luce en este tour están perfectamente alineados con su música y la vibe del álbum. Si a alguna mamá le incomoda su vestuario, tal vez debería haber prestado más atención a las letras de las canciones, ya que las señales del tono que tendría el show estaban claras desde el principio. Es cosa de escuchar “Juno” o «Bed Chem».










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