Coperni ha llevado la innovación tecnológica en la moda a niveles que pocos se han atrevido a explorar, posicionándose como pioneros en un campo que tradicionalmente ha sido dominado por lo artesanal y manual. A través de su enfoque disruptivo, la marca ha logrado que la tecnología no sea solo un medio para crear productos, sino una parte integral de la experiencia de moda en sí misma. Cada una de sus propuestas desafía las nociones tradicionales de lo que puede ser una prenda o accesorio, utilizando avances científicos y tecnológicos para reimaginar la funcionalidad, el diseño y la presentación de la moda.

 

 

Un claro ejemplo es el icónico bolso Air Swipe. Elaborado en colaboración con el investigador Ioannis Michaloudis, el bolso está compuesto por un 99% de aire y solo un toque de vidrio, por lo tanto, prácticamente no pesa. Pero este detalle es donde -literalmente- sale de este mundo: está impregnado del nanomaterial de sílice Aerogel de la NASA, que fue diseñado originalmente para recoger polvo de estrellas. Si bien el bolso puede ser liviano, está lejos de ser frágil. Puede soportar presiones de hasta 4.000 veces su peso y temperaturas de hasta 1.200 grados Celsius.

 

 

El impacto de estas innovaciones va más allá de la creación de productos: Coperni está transformando la forma en que la industria ve el futuro de la moda, posicionando la tecnología como un elemento clave para el desarrollo de la industria. Esta integración no solo amplía las posibilidades creativas, sino que también redefine cómo se concibe la sostenibilidad, la personalización y la experiencia del cliente. Obviamente, la implementación de la tecnología también ha afectado sus desfiles. Por ejemplo, el vestido de spray que Bella Hadid lució en el desfile de 2022 fue un espectáculo visual impresionante que hizo historia.

 

 

El uso de robots en su desfile de 2023 es otra muestra de cómo Coperni ha elevado la tecnología a un protagonista en la moda. Al incluir robots Spot de Boston Dynamics, la marca mostró cómo las máquinas pueden interactuar con los humanos en la creación de experiencias estéticas únicas. Esta colaboración no solo sorprendió al público, sino que también abrió un debate sobre el futuro de la producción y presentación de moda. Los robots no solo servían para el espectáculo, sino que demostraban cómo la automatización y la inteligencia artificial podrían eventualmente jugar un papel en la confección de prendas, el manejo logístico de colecciones y la personalización masiva de productos en el futuro.

 

 

La revolución tecnológica que Coperni impulsa no solo desafía los límites del diseño, sino que también plantea preguntas sobre el futuro de la industria: ¿Estamos entrando en una era en la que la moda dejará de depender del trabajo humano y artesanal para abrazar la automatización y las tecnologías emergentes? Al mostrar cómo los robots pueden formar parte de los desfiles y cómo la tecnología puede influir en la creación de prendas en tiempo real, Coperni está en la vanguardia de un cambio radical, que obliga a la industria a reimaginar sus procesos desde la creación hasta el consumo.

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