La serie Gossip Girl (2007-2012) no solo se convirtió en un fenómeno por sus tramas llenas de drama y lujo, sino también por su icónico vestuario. Con la ciudad de Nueva York como escenario, la moda fue tan protagonista como los propios personajes, marcando un antes y un después en el estilo de la televisión. El responsable detrás de este mundo fue Eric Daman, el diseñador de vestuario que dio vida a los looks extravagantes y elegantes de la élite del Upper East Side.

Daman se inspiró en personajes clásicos del cine y la moda, como Audrey Hepburn y Grace Kelly, pero también trajo a la pantalla una mezcla contemporánea que fusionaba alta costura con street style. Daman había trabajado previamente con la icónica Patricia Field en Sex and the City, experiencia que fue clave para darle a Gossip Girl una identidad visual única. Los personajes, desde la sofisticada Blair Waldorf hasta la bohemia Serena van der Woodsen, fueron representaciones de diferentes estilos que influenciaron a millones de espectadores.

Blair, con su estilo preppy y refinado, evocaba a una joven Audrey Hepburn. Los lazos, diademas, faldas plisadas y abrigos estructurados se convirtieron en su sello personal, y muchas jóvenes comenzaron a imitar su aire clásico y elegante. Serena, en contraste, adoptaba un look más relajado y boho chic. Su estilo, una mezcla entre lo despreocupado y glamoroso, reflejaba la vida caótica y espontánea de su personaje.

Gossip Girl fue un fenómeno que popularizó nuevas tendencias y consagró a marcas como Chanel, Dior, Valentino y Marc Jacobs entre la audiencia más joven, mostrando a los personajes con los últimos diseños y usando ropa de alta gama. Además, la serie rompió barreras al hacer de la moda un tema central, impulsando colaboraciones entre diseñadores y la industria del entretenimiento. Los blogs de moda y los primeros influencers tomaron inspiración directa de la serie, comentando sobre los atuendos y replicando los estilos.

Sin duda, el vestuario de Gossip Girl fue esencial para construir la atmósfera de la serie, con Eric Daman estableciendo nuevos estándares en cuanto a cómo se puede contar una historia a través de la moda. Gossip Girl no solo definió el estilo de una generación, sino que también consolidó la moda como un elemento vital en la cultura pop televisiva.