Cierra los ojos y piensa en Audrey Hepburn. Es posible que la imagen que se te venga a la mente sea la actriz con un lujoso vestido negro, cubierta en joyas. Y es que el icónico look que llevó Hepburn en Breakfast at Tiffany’s ha pasado a la memoria colectiva como uno de los vestidos más influyentes en la historia del diseño de vestuario. Diseñado por su fiel amigo, Hubert de Givenchy, el black dress se convirtió en el símbolo de la moda atemporal. Su sencillo pero sofisticado diseño realzó la elegancia natural de Hepburn, quien lo combinó con largos guantes negros, un collar de perlas, anteojos de sol y su inolvidable recogido alto. Esta estética no solo definió a su personaje, Holly Golightly, sino que también inmortalizó la relación entre la moda de alta costura y el cine.

Pero lo que pocos saben, es que detrás de este vestido se enconde una gran amistad. «Solo en sus prendas me siento yo misma. Es mucho más que un coutourier, es un creador de personalidad», llegó a asegurar Hepburn sobre el legendario Hubert. Esa primera escena en la que Holly Golightly disfruta a elegantes bocados de un croissaint y un café en vaso de cartón vestida de punta en blanco frente al escaparate de Tiffany’s en la Quinta Avenida es una de las más recordadas de su carrera. Para su filmación, ella solo quiso que fuera Hubert quien la vistiera, quería sentirse cómoda y eso solo él lo conseguía. De hecho, lo llegó a exigir por contrato. A partir de ese momento, Givenchy diseñó la mayor parte de la ropa que usaba la actriz en sus películas.

Se comenta que Givenchy había diseñado originalmente tres versiones del vestido para la película. Sin embargo, fue el ajuste final de Edith Head, la diseñadora de vestuario de la película, el que quedó en la pantalla. Aunque el vestido fue modificado para la producción, la esencia del diseño de Givenchy permaneció intacta, y fue él quien se llevó la gloria del vestido más famoso del cine. A más de 60 años del estreno de Breakfast at Tiffany’s, el vestido negro de Hepburn sigue siendo un punto de referencia en la historia de la moda. No importa cuántas tendencias vayan y vengan, es una pieza que seguirá grabada en la memoria de aquellos que más saben de moda.