Después del furor del rojo cherry, parece que estamos abandonando este tipo de tonalidades más intensas y optando por colores más neutros en acabados pastel. Uno de los que viene pisando fuerte es el conocido amarillo mantequilla o ‘butter yellow’. Como dice su nombre, este tono cálido evoca la cremosidad de la mantequilla recién batida. Lo que hace que el ‘butter yellow’ sea tan especial es su versatilidad. A diferencia de otros tonos amarillos más fuertes o vibrantes, el ‘butter yellow’ es suave, acogedor y fácil de combinar. Además, tiene la capacidad de adaptarse a cualquier estación del año, pero es especialmente ideal para los días soleados de primavera. Su tono neutro lo convierte en una opción ideal tanto para piezas principales, como vestidos y blusas, como para detalles más sutiles, como accesorios y calzado.

 

 

Las grandes casas de moda no han tardado en adoptar esta tendencia. Marcas como Jacquemus y Bottega Veneta han presentado colecciones en las que el ‘butter yellow’ juega un papel protagónico. En las calles, influencers y celebridades han sido vistas luciendo este color en distintas combinaciones. Pero, ¿cómo llevarlo?

 

 

Integrar este color en tu guardarropa es más sencillo de lo que parece. Para un look monocromático, opta por un conjunto completo en ‘butter yellow’. Si prefieres un toque más sutil, puedes añadir accesorios en este color, como bolsos, bufandas o zapatos. Otra opción es combinar el ‘butter yellow’ con tonos neutros como el blanco, beige o gris, creando un look equilibrado y elegante. Para las más atrevidas, mezclarlo con colores contrastantes como el azul marino o el verde esmeralda puede resultar en un conjunto audaz y sofisticado.

 

 

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