La moda es cíclica, lo que en algún momento fue tendencia siempre regresa. Este es el caso de los charms, estos pequeños colgantes y adornos han resurgido para la personalización de bolsos. Ya sea en forma de corazón, una pequeña estrella o un mini peluche, cada uno de estos adornos cuenta una historia y añade un toque personal al bolso que te acompaña. Casas de moda como Miu Miu y Louis Vuitton han captado esta tendencia, ofreciendo desde charms personalizados hasta ediciones limitadas. Ahora, estos adornos salieron de las pasarelas y han llegado directamente a las calles de Copenhague, donde vimos varios street style looks con carteras llenas de distintos charms.

Pero esto no es algo nuevo. La icónica Jane Birkin, musa y actriz británica, fue una de las primeras en popularizar la idea de personalizar los bolsos con charms. Conocida por su estilo effortless, Jane decoraba sus famosos Birkin bags con una variedad de colgantes y cintas que la hacían destacar. Estos detalles añadían una dimensión más personal a sus bolsos, convirtiéndolos en mucho más que un simple accesorio de lujo.

La personalización a través de charms fue para Birkin una manera de humanizar un ícono de la moda, agregando un toque de su propia personalidad y vida a un objeto que, de otra manera, podría haber sido percibido como inalcanzable. Este enfoque sigue resonando hoy en día, donde la exclusividad y la personalización son clave en el mundo de la moda. La fiebre por los charms demuestra cómo un pequeño detalle puede tener un gran impacto en el estilo personal. Es un guiño al pasado, a pioneras como Jane Birkin, y una celebración del presente, donde la moda se trata más que nunca de la autoexpresión.